domingo, 4 de octubre de 2009

Alma V

2:15 a.m.

El brillo del reloj en el buró parecía quemarme los ojos, me giré para la izquierda y no encontré a Jack. Cerré los ojos fuertemente y decidí levantarme por un poco de agua a la cocina.

Hacia tres semanas que las pesadillas habían sido simplemente recuerdos vagos que pocas veces recordaba, y solamente una vez me habían despertado exaltado, no estoy seguro si eso de los cristales realmente estaba funcionando o solo era sugestión, lo único que me importaba es que me sentía mejor y Jack parecía bastante también estar de un mejor humor que cuando comenzó a ocurrir todo este suceso. Aun así había algo que simplemente no podía quitar de mi mente y era una sensación que me asaltaba muy seguido. Estar siendo observado.

Camino a la cocina me sentí completamente extrañado, pues aunque sabía que era mi casa, las cosas no parecían ser las mismas. Atribuí esto a todo lo que recién me había levantado pero al llegar al refrigerador sentí un escalofrío muy fuerte que me hizo mirar hacia atrás. Dí un paso en falso y caí al piso, lo que había frente a mi era una puerta de alguna especie de alacena o armario que parecía estar respirando. La puerta estaba sellada con cinta y clavos. De pronto un sonido procedente del techo me hizo fijar la mirada en una pequeña grieta justo sobre mi. La grieta comenzó a hacerse mas grande, avanzando por el techo y bajando por la pared de enfrente hasta alcanzar el umbral de la puerta, esta se sacudió bruscamente mientras las fisuras la rodeaban. Me levanté, sacudí la cabeza y luego trate de dar un paso hacia el corredor que conecta con la sala de estar, pero me detuve pues el piso estaba lleno de arañas, alacranes y serpientes.

Grite a Jack pero no obtuve respuesta, la puerta frente a mí cayó al piso y se deshizo en gusanos y moscas que llenaron toda la cocina. Sentí algo que goteaba y al revisar, note que de las fisuras del techo caían gotas de sangre.

-Matt!- Jack apareció por el corredor y me tendió su mano -Rápido, ven.

Trate de alcanzarlo pero aún estaba muy lejos. Mire de nuevo el hueco de la pared donde antes estaba la puerta extraña y solo había oscuridad y una especie de niebla. Poniendo un poco mas de atención, detrás de los sonidos de los insectos y las serpientes, se podía escuchar una respiración entrecortada.

Un brazo salió del umbral y me sujeto por el cuello, después salieron otros 4 mas y me tomaron de los brazos y las piernas. A lo lejos escuchaba la voz de Jack pero cada vez se hacia mas difícil de oír, lo único que percibía era un hedor muy fuerte. De pronto na cabeza se asomó por entre los brazos que me tenían inmovilizado. Parecía tener un golpe en la parte superior pues estaba chorreando sangre, tenia los ojos vendados y por lo que podía verse no tenia oídos ni mandíbula, así la lengua quedaba de fuera. La cabeza se empezó a acercarse pues el cuello le crecía y sentía la respiración e identifique que era esa cosa la que estaba apestando la habitación. Antes de perder el conocimiento escuche un golpe y unos gritos ahogados, vi a Jack con un bate golpeando a la “cosa” y fue lo ultimo de lo que tuve conciencia.

Al despertar sentí que no había dormido nada, tenía el cuerpo dolorido y Jack me hizo notar que me habían aparecido algunos moretones. Cuando salí de bañarme me senté un momento en la cama y recordé el cristal que había puesto la noche anterior, lo saque debajo de la almohada y encontré que estaba muy oscurecido. Lo volví a meter donde estaba y me dirigí al comedor, pensar en eso ahora me estaba fastidiando con un dolor de cabeza bastante fuerte.

Me senté en el sillón un momento, vi a Jack entrar al cuarto y salió un par de minutos después yendo a la cocina. La verdad me estaba sintiendo un poco mejor y tenía ya un poco mas aclarado el torbellino de ideas que me giraba en la cabeza apreté un mi frente con la mano derecha y luego me recosté en el sillón.

-No estoy seguro de que este funcionando sabes -En realidad creo que este sueño ha sido el mas fuerte que había tenido, sin contar que era el primero que me dejaba moretones.

-Si bueno, no es algo que se quite de la noche a la mañana, además, esto nos indica algo- Regreso de la cocina con un vaso de leche con chocolate que me entrego -Esta cosa que te molesta, no es algo que debamos tomar a la ligera. Creo que es peligroso...

Por su expresión parecía que había algo mas que no me estaba diciendo. Mire el vaso en mis manos y lo bebí todo, Jack me lo pidió y fue a dejarlo a la cocina, yo lo seguí.

-¿A qué te refieres?

-Bueno, no es normal que un sueño te deje esas marcas, para empezar- Sonaba bastante afectado así que lo tome de las manos, el se soltó y se cruzo de brazos.

-¿Qué pasa?- Pregunte extrañado, me senté en un banco alto al lado de la barra de la cocina y lo miré fijamente.

-Hable con Marion hace un momento, al parecer no es simplemente “mala energía” lo que te esta afectado, ella cree que podría ser un fantasma o algo as...- Dijo esto sin quitar la vista del suelo.

-Quiere que la veamos otra vez- Dio un paso hacia adelante y me beso en la frente, yo lo abrace por la cintura.

-Lo mas seguro es que solo halla sido un evento aislado ¿si?, hace semanas que no tenía pesadillas- Trate de calmarlo, o tal vez trataba de calmarme a mi.

-Iremos con ella el fin de semana- Me revolvió el cabello y me abrazó mas fuerte.

-Bien...- Miré mi reloj, 11:30 a.m. -Ya se me hace tarde, pasaré por ti a las 9 en el bar ¿Esta bien?- Asintió. Me puse de pie, tome mis cosas y salí del departamento.

Caminé unos metros por la acera y me recargue en la pared, solo entonces pude pensar en todo lo que había estado evitando. Un miedo horrible me embargo y me senté en una parada de autobús. ¿Qué era lo que estaba pasando? Aquella pesadilla había sido lo mas horrible que jamas hubiera imaginado. Arremangue la camisa y vi los moretones que tenia, ahora eran mas marcados y tenían la forma justamente de las manos que me habían sujetado en aquel sueño.

Levante la vista y en el reflejo del escaparate del negocio de enfrete vi una sombra que estaba detrás mío, me gire asustado buscando aquella sombra pero no había nada. Me puse de pie y una chica que estaba a unos metros de mi se acerco.

-¿Te encuentras bien?- Su cara parecía de verdadera preocupación

-Si, gracias- Creo que mi tono fue mas interrogativo. Me tendió un pañuelo desechable y al ver que no entendía lo que ella estaba haciendo se llevo una mano a la cara y con el dedo indice se tocaba el labio superior. Al imitarla lo entendí, me estaba sangrando la nariz.

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