domingo, 7 de junio de 2009

Alma III

Para cuando Jack y yo iniciamos nuestra relación me entere que era una persona bastante diferente. Cuando investigue sobre su situación me encontre con un trabajo de mediados del siglo pasado que hablaba sobre una clase de personas llamadas “esper” (ESP: especial). Estas personas poseen alguna habilidad que la gente normal no llega a desarrollar, en el caso de Jack, telepatia.

Lo se, suena estupido, o loco, y puede que lo sea, pero es verdad.

Hasta cierto punto, eso ayudo mucho a la relación que tenemos (¿o teníamos?) ya que a mi siempre se me ha complicado eso de la expresión de los sentimientos y demás.

Los problemas empezaron mas o menos hace 3 meses. Comencé a sentir que lo que teníamos no nos llevaba a ningún lado, todo recaía siempre en mi, y si bien, al principio lo aceptaba, con el paso del tiempo sentí que estaba mas solo que antes. Hace ya mas de una semana decidí hablar con Jack, le comenté todo lo que sentía y cuando termine de hablar simplemente dijo “haré lo que me pidas”. ¿No me puso atención a todo lo que le dije? ¿Habrá leído algo en mi que ni yo di por enterado?. No lo se. Me fui y no volví a verle ni hablarle ayer que ocurrió el accidente.

¿Que es lo que encontré de bueno en nuestra relación? El hecho de no tener que expresarme hacia con el me vino como regalo divino ciertamente, supongo que nunca fue muy abierto a expresar lo que siento, sin embargo, siempre que volteaba a mirarlo el lo sabía y me sonreía. El lo sabía. Pero no estoy seguro de yo haber entendido la palabra “amor” del todo, creo que es algo que, como dice un buen amigo mío “se aprende sobre la marcha”, cosa con la cual siempre he estado en desacuerdo pues me considero una persona algo “perfeccionista” en ciertos aspectos de mi vida personal.

Justo cuando empezaron los problemas yo empece a sufrir de pesadillas que se volvían cada vez mas y mas realistas, el punto en que despertaba con taquicardia y dolores de cabeza y pecho. El sueño tiene ligeras variaciones, de cualquier forma la constante es lo que me acaba por alterarme en demasía, un hoyo en el pecho y no encontrar mi corazón. Cuando Jack se enteró de mis sueños comenzó a comportarse de una manera mas atenta, casi servicial, y fue entonces que comencé a dudar de si lo que tenía con el (o el conmigo) era real, o mas bien, sano. Debo admitir que en el fondo, el ser consentido por alguien es como el sorbo de un buen vino, que en exceso llega a ser desagradable.

Es evidente que, lo que sea que yo dije en aquel momento no lo sentía de verdad, o no del todo, pues en cuanto me enteré del accidente eché a correr sin pensarlo dos veces.

Justo ahora me dirijo a su apartamento, el doctor ha dicho que se encuentra en buen estado y no hay ningún peligro, supongo que como cada vez que peleábamos, nuestra forma de reconciliación se hará presente esta ves. ¿Qué hacemos? Actuamos como si nunca hubiese pasado nada. No estoy seguro que sea la mejor forma de arreglar las cosas, pero estoy seguro de algo, así nos ha funcionado.