La Sombra Sobre Arkham XI

Llegamos al lugar de Marion y había otros tres libros mas el mapa que venía en el tomo que estaba en la habitación del señor Foreigner en la mesa de trabajo, nos hizo un ademán de sentarnos junto a ella mientras seguía leyendo un libro de los tomado
-Bajo la universidad , mas debajo de esta biblioteca esta una especie de mausoleo en donde se encuentra una de las celdas en donde encerraron a uno de los sacrificados en la creación de Arkham- Señalo con un dedo sobre el mapa “Isabel”- Ahí es donde descansa el espíritu que el señor Foreigner esta contactando
-Entonces si lo logró- Entre pregunta y afirmación suspiro Marco
-Sí, mira esto- Nos enseño el libro que leía y en una hoja en blanco había escrito en forma apenas ininteligible:

“Te ayudaré con tu venganza, pues es a mía también”

-¿Esto lo escribió Isabel?- Pregunté
-El señor Foreigner debió actuar como un médium, en una especie de trance en la que usando un lápiz comienzas a rayar en una hoja y de pronto tu mano escribe el mensaje de lo que sea que contactes.
-¿Y estamos seguros de que es Isabela?, Es decir, que puede tener ella en contra de Dhan y los otros- Pregunté
-…Estoy segura que es ella- Contesto. Algo en su voz sonó vacío, incluso sombrío- Después encontré esto

“Dame a mis hijos”

-Eso es, eso explica las tumbas en el jardín de los dormitorios de los profesores- Marco se puso de pie- Esto esta muy… mal
-Eso no es todo, esta fecha, último de mayo, según este mapa es el día original de la fundación de esta ciudad- Señalo una fecha escrita al pie del mapa.
-¿Eso tiene alguna importancia?- Pregunté algo desconcertado pues no encontraba conexión con lo anterior y ese dato.
-Quizás- Tomó otro libro –Al parecer, hace 500 años fue el sacrificio de esas personas, y dice aquí que debían hacerse otros cada 100 años, pero en algún punto esa tradición se perdió, “Y aquel exigió lo suyo, pero nadie lo recordaba”, eso es lo que no entiendo- Una gota de sangre cayó de la nariz de Marion.
-¿Estas bien?- Pregunte
-Si, si, solo que…- Cerró los ojos y los apretó muy fuerte –Me siento algo cansada.
-Vamos, deja esos libros y vayamos abajo. Quizás no sea demasiado tarde- Marco cerró los libros que tenía frente a ella.
Esperamos 5 minutos en lo que Marion se recuperara, empujamos la columna/monumento y unas escaleras de piedra en forma de caracol nos más abajo. En cierto punto las escaleras comenzaron a hacerse mas espaciosas hasta que se fusionaron con la pared de una gruta enorme e iluminada con antorchas. 10 minutos después llegamos a suelo firme, entramos por un pequeño túnel donde, al final de este y a lo lejos, se veía una construcción. Al salir del túnel llegamos a una gruta mas grande que la anterior, llena de antorchas todas encendidas, y frente a nosotros, lo que supimos de inmediato, el mausoleo. LA construcción estaba llena de decoraciones que de seguro habían enloquecido a sus creadores. Cabezas de personas, animales y caras con mezcla de los dos anteriores decoraban la edificación, tres columnas altísimas y tres arcos del piso al techo del mausoleo, y entre cada arco, la pintura de 3 personajes. El primer retrato se me hizo conocido, el segundo no me dijo nada, pero el tercero me hizo temblar. Volteé a ver a Marco y me miro con lo que supongo yo era una cara de perplejidad idéntica a la mía. Busqué el rostro de Marion y estaba viendo hacia el suelo.
-¿Qué… qué significa esto?- Alcance a decir.
-Mi familia, Ivory, los Hougan y la familia de Dhan, los Pickman, somos descendientes directos de los fundadores de Arkham.
Volví a ver la tercera pintura. La cara de Dhan miraba hacia algún punto a lo lejos. Solo que no era él, ese rostro era el de una persona mayor, pero quitando las diferencias de la edad, era Dhan el que recibía a quien quiera que llegase a ese punto.
La mano de Marco en mi hombro me hizo ubicarme de nuevo
-Alguien esta ahí dentro, vi una sombra- Se puso delante de mí, desenfundó su pistola y comenzó a avanzar hacia el mausoleo, mire a Marion y asintió, seguimos a Marco hasta la entrada y ahí estaba, el señor Foreigner en el centro de la habitación al lado de un altar, al parecer hablando con alguien, pero no había nadie alrededor. Detrás de el, en el piso, un bulto estaba en el suelo, y al lado del bulto estaba Dhan.
Ahí estaba Dhan, y estaba con vida pues se notaba cierto movimiento rítmico de respiración. Parpadeé y sentí los ojos llorosos, sonreí y mire hacia arriba para agradecer a quien quiera que Dhan estuviese bien, pero mi mirada se percato de una sombra. Una sombra que estaba suspendida en el aire detrás de una columna de luz que caía desde el techo hasta el altar. Una sombra que me estaba viendo. Y sonreía